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El cohete argentino Tronador II empieza con mal pie

El pasado 26 de febrero el cohete experimental argentino VEX1A debía despegar desde el polígono de Punta Indio para una misión de prueba en la que se esperaba alcanzar los 300 metros de altitud. Pero algo fue mal y el cohete no superó los dos metros de altura antes de caer estrepitosamente al suelo, aunque por suerte no explotó.


VEX1A es un cohete de 14,5 metros de largo y 2,8 toneladas similar a la segunda etapa del futuro lanzador Tronador II. Está equipado con un motor de 40 kN de empuje de la tercera etapa del Tronador II alimentado por combustibles hipergólicos y su objetivo es comprobar el funcionamiento de los sistemas de guiado y navegación del Tronador. La agencia espacial argentina CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales) ha considerado que la prueba fue un éxito a pesar del aparatoso resultado, ya que se pudo demostrar el funcionamiento de los sistemas de presurizado de los tanques e ignición del motor.



CONAE planea llevar a cabo seis lanzamientos de cohetes de prueba VEX para demostrar diversos aspectos del programa Tronador II. Después de llevar a cabo VEX1B, la prueba VEX2 usará un cohete con una primera etapa de tres motores de cuatro toneladas de empuje y una segunda etapa con un solo motor. VEX3 tendrá un motor de 30 toneladas de empuje, al igual que VEX4. Por último, VEX5 consistirá en una primera etapa con tres motores de 30 toneladas y una segunda etapa con un motor de de 30 toneladas. El Tronador II será un cohete totalmente argentino de tres etapas capaz de situar unos 250 kg en una órbita polar de 600 kilómetros de altura lanzado desde Puerto Belgrano. Tendrá una altura total de 27 metros y una masa de 60 toneladas, con una primera etapa dotada tres motores de 30 toneladas de empuje, una segunda etapa con un motor de 30 toneladas y una tercera etapa de 4 toneladas de empuje. El gobierno argentino tiene planeado invertir en el programa 180 millones de euros entre 2014 y 2016, mientras que el coste de las pruebas VEX1A y VEX1B es de 9 millones de dólares.







Como suele ocurrir en estos casos, el programa Tronador II se ha politizado y ha sido usado por la oposición para criticar al gobierno actual de Cristina Kirchner. Ni que decir tiene, el reciente fracaso -que se suma a los fracasos del prototipo T4000- no ayuda mejorar la imagen pública del proyecto. En la prensa argentina han aparecido en los últimos días artículos bastante alarmistas sobre la peligrosidad de los combustibles hipergólicos usados en el VEX1A. Evidentemente, la hidracina y el ácido nítrico son altamente tóxicos y muy peligrosos, pero los habituales del blog saben que se usan habitualmente en varios lanzadores espaciales (Protón, Larga Marcha, PSLV, etc.), aunque ciertamente cada vez son menos populares. Actualmente Argentina y Brasil son los únicos países sudamericanos que poseen un programa avanzado de lanzadores espaciales propios.

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