La historia de los satélites de telecomunicaciones
es una de las partes más apasionantes del medio televisivo. Quizás sea
por su intrínseca relación con el avance humano que significaron estas
invenciones, no sólo a nivel de comunicación global, sino también
militar y por la conquista de una parte del espacio. Los precursores de
toda esta ciencia fueron los satélites meteorológicos, puestos en marcha en 1960 y gracias a los cuales se han predicho y evitado multitud de catástrofes naturales.
Tan sólo 50 años más tarde,
nos encontramos en un panorama muy esperanzador para el futuro de los
satélites. Actualmente, se puede realizar una intervención médica desde
cualquier parte del mundo, establecer una comunicación sonora,
geolocalizar personas y la parte que más nos interesa en este artículo,
transmitir audio y video en tiempo real desde cualquier parte del
planeta.
Actualmente es probable que seamos incapaces de imaginar que ocurrirá dentro de los próximos 50 años en materia espacial, pero la técnica continuará avanzando como mínimo a la velocidad actual o cuatro veces más rápido. Y una de las más importantes aplicaciones de los satélites, como es la militar, seguirá siendo totalmente desconocida para la humanidad con el paso del tiempo.
La breve historia de los satélites de televisión que comentamos en este artículo es un resumen del por qué de su existencia, los factores sociales y políticos que determinaron su creación y descubrimiento en la década de los 50-60 y cómo fueron esas primeras pruebas de operación de una máquina, hasta entonces completamente desconocida por el mundo y en la que a priori sólo la URSS creía en sus posibilidades técnicas.
¿Por qué nacieron los satélites?
1945, Guerra Fría. Los Estados Unidos y La Unión Soviética querían llegar cuanto antes a la luna y lanzar un satélite. Acababa de comenzar la carrera por descubrir una de las armas más poderosas del Siglo XX. En primer lugar, la necesidad de comunicar de un punto a otro francamente lejano fue uno de los impulsores de esa tecnología, ya que el primer concepto en el que se pensó fueron los cables submarinos, pero se buscaba una alternativa tecnológica debido a su elevado coste de implantación y fabricación.Tras numerosos estudios de la atmósfera terrestre con globos que alcanzaban los 30 Km de altitud (un avión comercial vuela a unos 12 Km como máximo) y pruebas con algunos cohetes, un 4 de Octubre de 1957 la URSS lanzaba al espacio el primer satélite del mundo: El Sputnik 1. Tras posicionarse correctamente en órbita, el satélite emitió unos pitidos por radio que demostraron el éxito de la tecnología. Desde este momento, el mundo comenzó a cambiar por completo.
La recepción de esa señal de radio en la tierra supuso un impacto en la población mundial. Desde entonces se comenzó a creer en la tecnología satelital e invertir a marchas forzadas para multiples usos, contemplando a día de hoy desde el militar o el meteorológico, pasando por el de reconocimiento hasta llegar a los satélites de comunicaciones, que son los que nos afectan directamente televisivamente hablando.
Cómo era el primer satélite de telecomunicaciones: El Tesltar 1
El primer satélite activo de comunicaciones lanzado al espacio fue el Telstar 1, un satélite norteamericano y de construcción privada, financiado por la archiconocida American Telephone and Telegraph Company, o simplemente AT&T. Fue lanzado al espacio un 10 de Julio de 1962 con dos objetivos principales: Transmitir señales de televisión y conversaciones a través del Océano Atlántico. No era muy grande, apenas medía algo más de un metro de altura y pesaba unos 77 kilogramos.
El Telstar 1 marcó un
antes y un después en la recién nacida era de la televisión. Una de sus
primeras pruebas fue hacer posible la primera llamada de teléfono
transmitida a través de un satélite, algo que cambiaría el mundo. La
construcción del satélite costó unos $50 millones de dólares y gracias a su reducido tamaño pudo ser lanzado en un cohete Delta, propiedad de la NASA.
La primera emisión de televisión transmitida por satélite
es la que podemos ver en este video. Se realizó desde Andover, en Maine
(EE UU) hasta Cornualles (Inglaterra). En ella se veía la enorme esfera
que actuaba de generador de señal en la parte estadounidense hacia el
satélite y cómo era el aspecto de este primerizo y esférico habitante
espacial que comenzaba a escribir historia en un medio que veía la luz
por primera vez.
¿Qué servicios ofrecían estos primeros satélites?
El Echo 1A, el primer satélite de
telecomunicaciones lanzado al espacio con éxito, fue una primera prueba
para transmitir señales de radio, teléfono y televisión en 1960. En la
imagen podemos ver el enorme tamaño de su satélite sucesor, el Echo II comparado
con el de una persona. Anterior al Telstar 1, simplemente actuó como un
espejo reflector, ya que no tenía mayor capacidad que la de recibir una
señal y rebotarla a la tierra. De hecho, estos satélites tenían un
tiempo muy limitado de operación, debido a que eran subidos a una órbita muy cercana a la Tierra. En concreto, el Telstar 1 estaba situado a una altura que dibujaba una órbita elíptica que completaba cada 2 horas y 37 minutos exacta, por lo que sólo estaba operativo durante 20 minutos en cada vuelta que daba sobre el planeta tierra.
Gracias a él se transmitió la primera llamada de teléfono por satélite de la historia, y como hemos comentado, la primera retransmisión de televisión por satélite.
Además, se consiguieron transmitir datos y algunos faxes entre dos
puntos. Sin embargo, la aventura duró sólo unos pocos meses. El Telstar
dejó de funcionar un 21 de Febrero de 1963, tras haber perdido la
comunicación en varias ocasiones, aunque anterior a esta fecha, los
técnicos pudieron recuperarlo, pasando por una etapa en la que el
Telstar enviaba datos de forma intermitente hasta el final de su vida
útil.
Un día antes del lanzamiento del Telstar 1, el 9 de Julio de 1962 el gobierno de Estados Unidos realizó una prueba nuclear en el espacio conocida como Starfish Prime. Lanzaron una bomba atómica a unos 400 Km. de altitud sobre una isla del Pacífico en lo que a priori comprendía un objetivo de investigación. Dicha prueba se considera estratosférica por suceder fuera de la atmósfera terrestre, sin embargo, la radiación quedó presente allí fuera.
El cinturón donde orbitaba el Telstar 1 quedó sobrecargado de energía,
por lo que se cree que los aparatos del satélite dejaron de funcionar
seis meses más tarde en gran parte debido a los daños producidos por la
radiación que recibieron procedente de los restos de esta prueba. Meses
más tarde se lanzó al espacio el Telstar 2, con algo de mayor suerte, y a
partir de aquí se marcó un serio comienzo de la carrera espacial por
los satélites.
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